Descubriendo el poder de las historias: Amy Biehl Community School

Lograr capturar la experiencia de El Otro Lado en las escuelas es una tarea difícil. Una experiencia que nace y crece a través de las semanas, es individual pero a su vez, universal. Cada uno viene al salón de clases con sus propias historias, pero conforme los profesores, artistas docentes y las mentes jóvenes se sumergen en el viaje de conocerse a sí mismos y explorar su sentido de pertenencia, se crea una comunidad.

Hemos solicitado este año a nuestros Artistas Docentes que reflexionen sobre el primer semestre en EOL y han compartido sus palabras con estudiantes, familiares y miembros de la comunidad escolar. Ahora deseamos compartirlas con usted:

Los amuletos se presentan en muchas formas: fotos, pendientes, objetos tallados, piedras-recuerdos en muchas formas, pareciéndoles chucherίas a todos menos a sus dueños. Muchas veces las vemos estacionadas calladamente sobre escritorios, en las ventanas, en los estantes, esperando a ser vistas, tentadas o recordadas. De vez en cuando les concedemos un descanso a esa vida de sólo empolvarse, pero el tiempo entre estas ocasiones se va extendiendo hasta que a veces los recuerdos se olvidan. Esto es lo que les pasa a nuestras historias –a nuestras propias identidades, cuando no las sacamos y las compartimos.

El dίa que los estudiantes trajeron sus amuletos, parecίan muy cohibidos. Después de compartir con un compañero, algunos preguntaron si tenίan que compartir con toda la clase, con un un miedo de ser juzgados en la mirada. Les dije que no tenían que compartir pero que sería más bonito si lo hicieran “porque el compartir hace que todo sea más significativo”. No estaba segura exactamente de lo que quería decir, las palabras así me salieron. Afortunadamente nadie me pidió explicación. (Los maestros a veces tenemos que improvisar).

Para que fuera menos intimidante les pedimos a los estudiantes que exhibieran sus amuletos al mismo tiempo en el centro del tapete. Aunque se resistieron al principio, los estudiantes pronto se interesaron en los amuletos de sus compañeros; hasta los más nerviosos fueron distraídos por la curiosidad. Asi como empecé a darle sentido a lo que les había dicho anteriormente decidí hacer un sondeo rápido:”¿A quién le gustó aprender del amuleto de otra persona hoy?” Todos levantaron la mano. Ya no se enfocaban en el objeto que iban a compartir sino en el efecto del acto de compartir en sí-el sentimiento reconfortante, de ser incluído, cuando alguien tiene suficiente confianza para compartir algo importante. Al reflexionar lo que sintieron cuando les compartieron algo, los estudiantes encontraron el valor ese día para compartir por su parte. Fue un paso pequeño pero victorioso hacia el camino que nos lleva a honrar nuestras historias y a nosotros mismos, y compartir orgullosamente con el mundo.

Amy Lin

Artista Docente

Cancel